¿Has probado suerte con Photoshop o Corel Draw y no has podido adaptarte a ellos, o simplemente no quieres pagar por una suite de edición de imágenes hasta estar seguro de que podrás aprovecharla al máximo? Entonces lo que tienes que hacer es utilizar una de las mejores alternativas que existen dentro de este segmento: GNU Image Manipulation Program, la que muchos conocerán por su sigla, GIMP.

Como decíamos, GIMP es una excelente opción cuando hablamos de plataformas de edición de imágenes comerciales, que destaca a diferencia de las nombradas antes no sólo porque es completamente gratuita, sino además porque al estar liberado su código, podrás modificarla en caso de tener los conocimientos necesarios.

GIMP te permitirá tanto subir imágenes que tengas almacenadas en tu ordenador para editarlas como también crear otras nuevas, ya que posee todas las herramientas incluidas que se podrían esperar en este tipo de aplicaciones. Hablamos del lápiz, el aerógrafo, los pinceles, y todos aquellos que probablemente habrás visto en utilidades similares.

Al momento de la edición, GIMP tiene todas las funciones que se necesitan, desde la utilización de los clásicos sistemas de capas, hasta la posibilidad de acceder a un historial de todos los cambios que hemos realizado encima de una aplicación. Y cuando hayas realizado esos cambios iniciales, también tendrás la chance de añadirle máscaras, degradados, y muchos otros filtros y efectos para conseguir resultados personalizados.

Incluso, nos ha gustado mucho encontrarnos con que es posible automatizar determinadas acciones mediante el uso de los habituales macros, de forma que no tendrás que repetir muchas de ellas de forma manual, algo que puede llegar a ser realmente molesto.

Ten en cuenta que también podrás utilizar GIMP para convertir imágenes entre diferentes formatos, por lo que una vez que hayas instalado este servicio en tu PC, no vas a necesitar de un conversor aparte que te añada este tipo de soluciones. Siguiendo con los elementos distintivos de este software, imposible dejar de mencionar que como los mejores en su tipo, permite procesar archivos por lotes, algo importantísimo a fin de ahorrar tiempo.

¿Y con qué formatos de imágenes podemos trabajar gracias a GIMP? La mayoría de los habituales en estos días, aunque comprendemos que los lectores querrán conocer algunos de ellos, así que vamos a ejemplificar con los siguientes: PDF, TIFF, TGA, SVG, MNG, PCX, PNG, PSD, PS, BMP, GIF, JPEG o XPM. Como puedes ver, no sólo su compatibilidad de formatos es amplia, sino que también podrás guardar proyectos para seguirlos en otro momento.

GIMP dispone además de una enorme cantidad de plugins que podemos descargar para personalizar el funcionamiento de esta herramienta, y que no se encuentran incluidos en una primera instancia para que no sea más pesado de lo que ya resulta. Te recomendamos que te tomes un tiempo para visualizar algunos de los plugins disponibles, porque muchos de ellos te pueden llegar a ser de una enorme utilidad.

La interfaz de usuario de GIMP es todo lo que podíamos esperar de una muy buena aplicación de edición y diseño, repleta de todo tipo de íconos y menúes que por momentos nos volverán locos, pero que aprenderemos rápidamente a distinguir. Y si su funcionalidad requiere de que le dediquemos algo de tiempo, no debemos perder de vista por otro lado que el aspecto estético, con su espíritu propio, sobresale desde el primer momento.

Queríamos añadir, siempre en lo que respecta a la interfaz de GIMP, que es probable que aquellas personas que han utilizado últimamente Photoshop, podrán encontrarse con que este programa resulta un poco complicado o confuso en cuanto a la organización. De todos modos, no debes perder de vista que gracias a la fragmentación del diseño de este software, podrás añadir o quitar las ventanas flotantes que quieras.

Los aspectos positivos de GIMP tienen que ver entonces con la posibilidad de trabajar con diferentes capas y canales, algo que no siempre es posible, entre otras muchas herramientas básicas de diseño que están entre las que más se usan ahora mismo. De igual modo, la posibilidad de acceder de forma intuitiva a las principales funciones de este servicio consideramos que otorga cierta sencillez importante para los principiantes que quieran volverse expertos.

GIMP tiene también algunas cuestiones que no nos han dejado precisamente un buen sabor de boca. Y en este caso habrá que hablar de que varios de los elementos que aparecen en la interfaz visibles en una primera instancia tienden a confundirnos. Por otro lado, cada vez que hemos ejecutado o abierto este programa en nuestro ordenador, la sensación es que el arranque del mismo es demasiado lento, así que mejor que te armes de paciencia.

En resumen, si consideras que Photoshop o Corel Draw son plataformas algo complicadas para ti, o no tienes intención de gastar dinero en ese tipo de programas, debes saber que GIMP es casi con seguridad la mejor opción gratuita a instalar en tu PC. Ofreciendo casi todas las mismas funciones y herramientas que aquella, resulta completamente gratuita y de código abierto, así que no dudes en darle una buena oportunidad.